AMOR FRUSTRADO
Crónica (MARIANA VARGAS) (ALEJANDRA TORO)
Iba a visitar a mi amiga, nos encontramos por casualidad;
como si el destino nos tuviera el uno para el otro y al instante mi conexión
con él fue diferente. Nunca había sentido eso, supe que sería una persona muy
especial en mi vida, como esas que dejan huella y nunca se olvidan; el sintió
lo mismo, lo veía en su mirada y su reacción me dejo sorprendida; parecía amor
a primera vista.
Se acercó a mí y me dijo que si podíamos hablar, estaba
segura que no sería una charla cualquiera, sería una que dejaría marca en
nuestra historia, después de confiar en mí y contarme sus miedos, sus sueños y
su pasado. Me miro y me dijo que le parecía una mujer muy interesante y que
deseaba conocerme, que era muy linda y que veía en mi algo diferente, algo que
no tenían las demás.
Con el tiempo nos fuimos conociendo y me estaba dando cuenta
cual era la razón por la que él había entrado a mi vida y yo a la de él. Nos
hicimos amigos… Muy buenos amigos, sentíamos como si nos conociéramos por años
y si el destino nos estuviera guardando el uno para el otro. Le conté lo que me
gustaba y lo que no, mis miedos, mis sueños, mis ilusiones y muchas cosas más,
al igual que en un comienzo él lo hizo conmigo. Yo empecé a sentir nervios
cuando lo veía y esas mariposas que no se pueden definir con palabras, después
de un tiempo realmente me gustaban y mucho, estaba segura, pero nos dejamos de
hablar por un tiempo. ¿Porque? ¿Si todo iba tan bien?, según el yo era o mejor
me volví fría, ya no, era la misma pero no lo entendía, estaba confundida.
Lamentablemente todo cambio.
Nos hablábamos muy poco; después de haber sentido tantas
cosas, es muy incómodo. El miedo de perder lo para siempre por los cambios,
invadía constantemente mi cabeza. Pasó un largo tiempo y todo estaba empezando
a cambiar; por fin se veía una luz de esperanza, el me hablo eso era extraño
porque solo si le hablaba, él lo hacía;
me sorprendió al ver ese mensaje era obvio que me moría por hablar de nuevo con
él, me dijo que nos viéramos, sin pensarlo dos veces le dije que sí, ese día
estaba más nerviosa que la primera vez que nos conocimos, hablamos muy poco. Él
se encontraba nervioso en fin… fue muy normal, llegue a mi casa y tenía otro
mensaje de el que decía. “seamos novios” yo le afirme que sí. Y hasta el día de
hoy estamos juntos y felices. Superando obstáculos y demostrándole al mundo que
todo es posible.
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